Capítulo 53

Lucía sintió como si le hubieran arrojado un balde de agua fría: toda su emoción y alegría se esfumaron en un instante. —Por favor, avíseme cuando la solicitud de visita sea aprobada. Eso significaba que no buscaría a Wálter y seguiría el proceso formal para las visitas. El abogado Adolfo, astutamente, no hizo más preguntas, simplemente asintió: —De acuerdo. En los días siguientes, Lucía evitó deliberadamente cualquier mención de Wálter. Desinstaló la aplicación de noticias en su teléfono para no tener que leer nada más sobre él. Cuando el abogado Adolfo tocó el tema, las emociones que Lucía había reprimido en su corazón brotaron de repente y la sobrepasaron. Si Adolfo no lo hubiera mencionado, ella habría olvidado algo esencial. Aún no había enviado los papeles del divorcio para Wálter al Grupo Nubes. Esa casa a la que nunca regresaría. Quizás solo enviando los documentos de divorcio a la empresa, Wálter entendería que ella estaba hablando en serio. Pero si iba en persona, tal vez no