Capítulo 75

Aunque no podía escuchar con claridad lo que Facundo decía. Pero el tono suave de Facundo, junto con las dulces palabras de Lucía, sonaba como si estuvieran coqueteando. Sin embargo, Lucía había estado hablando con él en un tono frío últimamente. En ese momento, su actitud era aún más evidente, susurrando con enojo: —¿Wálter? ¿Qué estás diciendo? ¡Suéltame! Lucía no podía imaginar que habría alguien en la oscuridad de esa habitación. Luchó para zafarse, pero cuanto más se movía, más la apretaba él. —¿A estas horas de la noche dejas que un hombre entre a tu casa, y ya se te olvidó que tienes esposo? ¡¿Te crees tan libre?! Wálter la soltó por la cintura y le tomó la muñeca. Luego, giró su cuerpo para enfrentarla directamente a él. Lucía estaba sentada sobre él, su cuerpo pegado al suyo, y su respiración se volvía aún más densa. —¡Faco no es tan asqueroso como tú! ¡Él es un hombre de buena moral! —Asqueroso —La voz de Wálter era fría como el hielo—. Déjame mostrarte lo que realmente e