Capítulo 75
Los ojos de Teodoro se oscurecieron, con una tormenta gestándose en lo profundo de su mirada.
—No me pongas a la misma altura que tú, no somos iguales.
—¿En qué no somos iguales? ¿Acaso no es todo engaño y ocultamiento?
Santiago lo miró fijamente a los ojos y, marcando cada palabra, replicó.
—Santiago, no me compares con tus métodos viles. Quien apueste con la vida de Nancy jamás podrá ganar.
Esa frase avivó por completo la tensión entre ambos.
Santiago apretó los dientes, su expresión tan fría como el hielo. —Entonces, veamos quién de los dos se alza con la victoria al final.
Dicho esto, se dio la vuelta y se marchó.
El pasillo quedó en silencio al instante. Teodoro permaneció allí, inmóvil.
Al recordar esas palabras, su semblante se ensombreció aún más.
"Santiago... bien hecho, atreverte a codiciar a Nancy".
"Pues veremos si realmente tienes esa capacidad".
Mientras tanto, Nancy estaba inclinada sobre su computadora, revisándola con atención.
Por suerte, su equipo contaba con doble e

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