Capítulo 26
—No me hables de contratos, según la ley, desde el momento en que nos casamos, tienes una parte de todo tu dinero que también me pertenece. Puedes divorciarte de mí, está bien, pero quiero obtener la propiedad que me corresponde.
—Lo que no es tuyo, no deberías codiciarlo.
María soltó una risa fría: —Ahora que Grupo Sergio va a salir a bolsa, si se divulga el escándalo del divorcio, quiero ver quién se atreve a comprar tus acciones originales. Hoy te lo digo, mientras no obtenga lo que quiero, no permitiré que Grupo Sergio salga a bolsa sin problemas. Sigamos perdiendo el tiempo así.
—¿Estás segura?
—Por supuesto.
El hombre, en lugar de enfadarse por su firmeza, respondió con una sonrisa suave: —He oído que Salvador y su esposa no se llevan bien, si te divorcias ahora, todavía podrías ir a buscar a tu antiguo amante para que te apoye. Si sigues retrasándolo conmigo, ellos hasta podrían tener hijos ya, y entonces podrías arrepentirte.
Ella apretó los labios sin decir palabra

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ