Capítulo 15

Pasó un largo rato antes de que ella confesara con sinceridad: —Óscar tiene un apartamento fuera, cerca del lugar donde trabajo ahora. Dijo que en los próximos años no piensa vivir allí, así que me lo prestó temporalmente. Norma suspiró aliviada, aunque con un tono de reproche. —Óscar sabe cuidarte mejor que Salvador, tu supuesto esposo. Lorena esbozó una leve sonrisa, bajando las pestañas. Siguieron hablando un rato más. Norma, que ya llevaba años con la salud frágil, se veía ahora aún más débil; bostezó con cansancio. —Abuela, esta noche me quedo aquí contigo. —No hace falta. Hay enfermeras que me cuidan; no he permitido que nadie más se quede. Lorena, ocúpate bien de tus cosas, y cuando tengas tiempo, acuérdate de tener un hijo con Salvador. Ese chico cada día está más arrogante y obstinado. Digo una palabra y él me contradice con otra. Supongo que solo cuando sea padre aprenderá a comportarse. Lorena respondió con evasivas. Al salir de la habitación, sintió una vaga tristeza; avanz