Capítulo 17

Fruncí el ceño, mirando fijamente la botella que apuntaba hacia mí. Casualmente, Daniel había sido el castigado en la ronda anterior, por lo que ahora él era quien me hacía la pregunta. No quería prejuzgar las intenciones de los demás con una mentalidad estrecha, pero dado que Daniel me había buscado problemas repetidamente últimamente, siempre sentía que intentaría complicarme la vida. Cuando estaba enamorada de él, incluso las complicaciones me parecían una forma de felicidad, era su manera de demostrarme atención. Una vez sobria, simplemente pensaba que había estado loca. Sin embargo, para mi sorpresa, solo hizo una pregunta muy común: —¿Cuál es el apellido de la persona que te gusta? De haber sido otra persona, probablemente habría respondido sin problemas. Pero no pude responder. Aunque racionalmente me había alejado de Daniel, el afecto y el amor que sentí por él durante tanto tiempo no desaparecerían completamente en solo unos meses. Mi silencio hizo que Daniel frunciera el ceño