Capítulo 203

—No necesitas seguir tratando de convencerme. No me voy a ir . —lo interrumpió Rocío—. No tiene que ser necesariamente alguien queriendo hacerme daño, podría haber sido solo un accidente. —¿De verdad estás dispuesta a apostarle a esa mínima posibilidad? ¿No considerarías regresar conmigo por Ana, aunque no sea por mí? —Aunque no vuelvas a Solarena, podría enviarte al extranjero. Le pedí a alguien que busque médicos que puedan hacer una cirugía de reconstrucción, y voy a encontrar a quien pueda curarte la mano. Rocío, por ti y por Ana, espero que lo pienses bien. No tienes que darme una respuesta ahora. Si decides venirte conmigo antes de que me vaya, nos vamos juntos. —Por supuesto, si no quieres volver conmigo, no voy a obligarte. Pero prométeme que no vas a desaparecer. Si no puedo localizarte, voy a ir por ti sin dudarlo. Si no puedo contactarte, vendré a buscarte de inmediato. La próxima vez, no seré tan comprensivo. Tomás mostró una actitud firme, con un tono que no admitía réplic