Capítulo 13

Salvador contemplaba con avidez la cara que había anhelado día y noche; en el fondo de sus ojos palpitaba la añoranza. —Sofía, por fin te he encontrado. Tres meses atrás, siguiendo la información que le había dado Emilio, había llegado a Ucrania; pero, como el país se encontraba inmerso en plena guerra, encontrarla se volvió especialmente difícil. Una y otra vez se había adentrado en zonas de combate; por peligroso que fuera el lugar, mientras existiera la más mínima pista sobre Sofía, él acudía sin dudarlo. En varias ocasiones estuvo a punto de ser alcanzado por balas perdidas o de salir despedido por la artillería. La situación más grave ocurrió cuando una bala perdida le atravesó el pecho; de no haberse apartado a tiempo, habría perdido la vida. Y fue precisamente aquella herida la que, de manera inesperada, le permitió conocer el paradero exacto de Sofía por boca de una enfermera. En ese instante se alegró como un loco y, sin esperar a que sanaran sus heridas, se apresuró a ir por