Capítulo 104 Bienvenidos a la Ciudad Nocturna

"¡Ya basta!". Brendan avanzó furioso y detuvo la mano de Deirdre de su movimiento. Todo el espectáculo le resultaba tan chirriante que rechinó los dientes y gruñó: "¿¡Ya terminaste de hacerte la víctima!? ¡Te gusta tanto! Tan metida en intentar parecer la mujer más trágica del mundo que nada está por debajo del cinturón, ¿verdad? Dios. ¡Sigues demostrándome que me equivoco cuando pienso que no puedes caer más bajo!". ¿Haciéndose la víctima? ¿Qué tan ciego estaba este tipo para pensar que todo esto era un acto para "hacerse la víctima"? La herida le escocía tanto que el brazo le temblaba. No había terminado la tarea que Brendan le dió, así que se limitó a murmurar, a pesar de su expresión cenicienta: "¿Puedes dejarme ir, por favor? No he terminado de limpiar...". "¡Al diablo con la limpieza!", bramó Brendan de repente. Dio tal patada al cubo de la basura que todos los fragmentos del cuenco roto se desparramaron por el suelo. Miró fijamente a la enfermera y le espetó: "¡Limpia tú e