Capítulo 165
El sarcasmo en los ojos de David se intensificó aún más.—¿No crees que su despertar llegó demasiado tarde?
Fausto negó, sonriendo con desenfado.—Decir que es tarde se queda corto. Si en verdad existe el infierno, cuando se reúnan allá, madre e hija estarían en todo su derecho de arrancarle la carne a pedazos.
David comentó con firmeza: —¿Y por qué esperar por él? ¿Por qué darle siquiera una oportunidad de arrepentirse?
Fausto guardó silencio por unos minutos.
Hermano, sigues siendo tan frío como siempre.
Estaban conversando entretenidos sobre la familia Herrera y la familia Martínez, mientras Viviana, desde su lugar, apenas comprendía algo.
La familia Martínez...
Ella no conocía bien la situación en Vallegrande, ni sabía mucho de la familia Martínez. Lo único claro era que la familia Martínez era el clan más poderoso de la región.
Quién iba a imaginar que la señora Esperanza tenía ese tipo de conexiones.
Y por lo que parecía, esa tía política era una figura central dentro de la familia

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