Capítulo 508

"¿Quién eres?" Liya estaba extremadamente nerviosa y preguntó con cautela. "No tengas miedo, pequeña belleza. Jugaré contigo esta noche. Te prometo que te haré sentir bien". El hombre regordete se acercó rápidamente a ella y respiraba con dificultad mientras hablaba. Luego extendió su mano para agarrarla. "No te acerques a mí". Liya sintió frío por todas partes y su voz comenzó a temblar. El hombre rió y se abalanzó sobre ella, como si fuera un águila abalanzándose sobre su presa. "Ah, ayúdame". Para entonces, Liya había entendido completamente que Zoella la había tendido una trampa. Ella ya había caído en su trampa ese día. "Hansen, sálvame, sálvame". Liya gritó horrorizada y se dio la vuelta para evitar la mano del hombre. El hombre parecía estar muy interesado en su resistencia y cuanto más fuerte gritaba, más se emocionaba. Bajo la tenue luz, Liya vio que el hombre solo vestía pantalones cortos. Su piel carnosa estaba enrojecida y sus ojos inyectados en sangre. Era como si fuera un