Capítulo 130
Ana era su medicina contra el insomnio; Javier ya había planeado retenerla a toda costa, así que aquello le venía perfecto.
Seguía pensando en eso cuando Ana, con una cobija entre los brazos, se plantó frente a él, sin el menor rastro de la timidez de antes.
Con un tono de consulta, ella dijo: —Esta cama es tan grande... creo que los dos podríamos dormir aquí, ¿no crees?
Javier la miró con una expresión algo complicada.
Antes siempre había intentado acercar a esa mujer, deseando aprisionar aquella aura que lo calmaba y lo ayudaba a dormir.
Había usado tantos métodos, y aun así, Ana se había ido alejando cada vez más.
Ahora, bastó con admitir que le gustaba para que ella tomara la iniciativa.
Ana era así: cuando alguien le gustaba, lo hacía con el corazón, sin distracciones.
Nunca había tenido una relación, no sabía cómo actuaban los demás.
Solo seguía lo que sentía, y ahora deseaba acercarse un poco más.
Y quien se acerca primero, suele tener la primera oportunidad. Ya estaban legalmen

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ