Capítulo 17

Aunque Javier era guapo, no era en absoluto el tipo de hombre que le gustaba a Ana. Ese hombre tenía un carácter pésimo y cruel, como un gran villano capaz de embaucar a cualquiera. A Ana le atraían los hombres tiernos y alegres, de esos que parecen el hermano mayor de al lado. Sin importar el gesto sombrío de Javier, Ana continuó diciendo: —En cuanto encuentre una casa me mudaré. Te pedí tu número de teléfono solo porque, cuando venga el abuelo Pablo, necesitaré que el Sr. Javier me avise con una llamada. Ana solo quería el número por Pablo; con Javier, en realidad, no tenía absolutamente nada que ver. Javier contempló a la Ana que le mostraba las uñas frente a él y se frotó el entrecejo. —¿Por qué intentas agradar tanto a don Pablo? Nada de lo que pertenece a la familia Ruiz podrás llevártelo. — Sr. Javier, ¿no será que está un poquito paranoico? Siempre con esa cara de sospechar que los demás quieren hacerte daño. Yo trato al abuelo Pablo como a un familiar; lo único que quiero es h