Capítulo 45 Accidente
Antonio volvió a mostrar su indiferencia de siempre.
En el frío viento, entrecerró los ojos y preguntó: —¿Qué esperas? ¿Por qué no te vas?
Noelia, con la punta de la nariz enrojecida por el viento, levantó la cabeza y extendió su mano hacia Antonio. —Préstame las llaves del auto.
Habló con firmeza.
Antonio la miró de reojo y también se dio cuenta de que el área era tan remota que ningún auto pasaría por allí.
No era de extrañar que ella hubiera estado esperando allí tanto tiempo.
Antonio bajó la mirada hacia los ojos de Noelia, hinchados y rojizos, y bruscamente empujó su mano.
Con indiferencia, preguntó: —¿No te gustaba mucho tomar taxis?
Dicho esto, apartó su mirada de Noelia, que estaba un poco avergonzada, y miró hacia adelante, hacia el vasto horizonte.
El crematorio y el cementerio estaban en una colina, ofreciendo una vista como si se estuviera mirando desde lo alto.
Dijo que don Tomás había actuado para su propio beneficio, pero realmente había elegido un bue

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ