Capítulo 66

Pero en su corazón guardaba resentimiento hacia aquel padre biológico. A propósito decidió no complacerlo, rebelándose al elegir la carrera de medicina veterinaria. Prefería lidiar todos los días con gatos y perros, aunque terminara con las manos llenas de arañazos, antes que atender a esas personas caóticas y problemáticas. No habían conversado mucho cuando Sofía ordenó que sirvieran la comida y, de paso, pidió a Pedro que llamara a Mateo y a Javier, que estaban arriba, para que bajaran a cenar. Pocos minutos después, Javier y su hermano mayor, Mateo, que aún estaban en el despacho discutiendo sobre el trabajo, bajaron uno tras otro. No se sabía qué gran proyecto estaban tratando, pues seguían hablando mientras caminaban. Clara, en cambio, permanecía tranquila, mirando hacia la escalera curva, con la vista fija en Javier... A mitad del trayecto, él levantó la mirada sin querer, y sus ojos se encontraron con los de ella... Él se detuvo un instante, bajando ligeramente el paso. Verla ap