Capítulo 7
Un día después, vi una noticia en Internet que decía que Lorenzo parecía tener la intención de dejar Llanoazul y regresar a la religión.
En el artículo había una foto: él estaba de pie junto al mar, con una expresión demacrada, parecía un alma errante y perdida.
Me quedé mirando esa foto durante mucho tiempo, en mi corazón no había resentimiento ni placer, solo una inexplicable calma.
Su arrepentimiento, quizás era verdadero, pero ¿y eso qué?
Yo no era su cadena, tampoco quería ser su redención.
—¡Profe, ya llegué! —La voz de Héctor sonó a mi lado, interrumpiendo mis pensamientos.
Me giré, le sonreí y le revolví el cabello: —¿Por qué tan tarde hoy?
—¡Porque mi tío estuvo buscando algo por mucho tiempo!
Volteé la cabeza para mirar a Benjamín, que estaba parado a un lado.
Él me entregó unos papeles para el concurso.
—...No voy a ir. —Rechacé fríamente.
—¿Por qué insistes tanto en que participe?
—Porque no deberías desperdiciar tu talento. No dejes que el pasado te encadene.
No respondí.

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ