Capítulo 4

—¿En cuotas? Me enojé y lo miré con frialdad. —Cuando tu esposa estaba destrozando las cosas, la advertí varias veces. No parecía que necesitaran pagar en cuotas. Eran más de cinco millones de dólares. La empresa de Gonzalo no podía tener tanto efectivo, tendría que vender su pequeña compañía y aun así no alcanzaría a cancelar el monto. Nora aún seguía sin darse por vencida y gritó a todo pulmón: —¿Acaso lo que ella dice es lo que vale? Gonzalo, ¿eso no lo compraste tú? ¿Por qué tienes que pagar? Gonzalo la miró furioso, rechinando los dientes. —¡Eres estúpida o qué! ¡Ni aunque venda la empresa me alcanza para pagar esto! Apenas terminó de hablar, todos los presentes quedaron pasmados, claramente, no esperaban que la cantidad fuera tan alta. —¿Cómo puede ser? ¿De verdad rompimos cosas por más de cinco millones de dólares? Las influencers que tan animadamente destrozaban todo a su paso, ahora se sentían inseguras y sus voces sonaban mucho más débiles. Esa cantidad, varios millones de dó