Capítulo 69

—No pasa nada, comemos solo un poquito y no afectará a la salud... Patricia casi no pudo contenerse y alargó la mano para tomar un paquete de galletas. Eran las galletas de "ositos" que más le gustaban a Gustavo, con formas de distintos animalitos. Todas las había comprado ella en un supermercado de importación a "precio de oro"; al pagar, casi le dolió el corazón. Ni para ella misma era tan generosa, ¡y al final Gustavo ni siquiera las quería comer! —Come solo un poquito, ¿sí? Patricia le acercó las galletas y hasta le enseñó una ampolla que le había salido en la mano por el calor. —Gracias, Srta. Patricia, yo... Gustavo también quería comer, pero Armando le había dicho que Silvia estaba por volver, y él temía que si la hacía enojar, ella se marchara otra vez. A su corta edad, Gustavo ni siquiera reparó en la ampolla de la mano de Patricia. Como si temiera ser tentado, negó con la cabeza y corrió escaleras arriba. —Voy a hacer mis deberes. Patricia se quedó rígida en el mismo sitio. L