Capítulo 20

Ángela no podía entenderlo, ¿por qué hacía esto otra vez? No podía encerrarla toda la vida; tarde o temprano, ella tendría que irse. Entonces, ¿por qué siempre insistía en estos esfuerzos inútiles? Benjamín nunca prestaba atención a la duración del tiempo. Tenía miedo, miedo de que algún día ella todavía tuviera que irse, igual que la última vez, por eso ahora no quería perder ninguna oportunidad de estar con ella. Cuando Ángela contó la tercera puesta de sol, Benjamín regresó una vez más. Junto con él, regresó también un gran lote de orquídeas mariposa. En los dos días anteriores, Benjamín le había preguntado si había algo que le gustara para traérselo la próxima vez que volviera, y ella le pidió orquídeas mariposa. En realidad, el clima de Luzaria no era adecuado para cultivar ese tipo de flores, pero siempre que se pusiera empeño y se les dieran las condiciones necesarias, también podían sobrevivir y crecer bien. Tener tanto tiempo libre le permitió dedicarle mucho más tiempo a cuid