Capítulo 22

—Angelita, feliz cumpleaños. La voz de Benjamín la sacó de sus pensamientos. Ella forzó una sonrisa para ocultar todas las emociones en sus ojos y agradeció en voz baja. —Gracias. Justo cuando estaba divagando, le pasaron un trozo de pastel. Al levantar la mirada, vio la cara sonriente de Benjamín. —Angelita, entre tú y yo no hace falta decir esas cosas. Esta vez, al final, todo se preparó con demasiada prisa. El próximo año, te haré una fiesta de cumpleaños más apropiada y grandiosa, ¿qué te parece? Ángela no dijo nada. Probó un poco del pastel; la costosa crema era muy suave y dulce pero no empalagosa. Sin embargo, le pareció un poco insípido en la boca. Instintivamente, apretó la pulsera en su mano, y la amatista chocó emitiendo un sonido. En realidad, a ella no le gustaban esos regalos; lo que realmente quería era poder irse de allí y volver al lado de Samuel. Ojalá él estuviera allí. Lo extrañaba un poco. No sabía si él ya había averiguado dónde estaba, o si aún la buscaba con ans