Capítulo 172
—Regrese a Ciudad Solarena, diríjase al departamento de recursos humanos y descuente su bono de fin de año.
—Está bien, presidente Oscar.
Este castigo para Cipriano ya era considerado leve.
La última vez, debido a su descuido, Belén se perdió y ocurrió un gran incidente; el hecho de que no lo hayan despedido ya era una fortuna.
Belén tomó el autobús de regreso a Ciudad Solarena y lo primero que hizo fue dirigirse al centro comercial para buscar a un profesional que le ayudara a quitar la pulsera que llevaba en la mano.
El vendedor intentó diversos métodos, incluso utilizando los mejores lubricantes, pero la mano de Belén terminó roja e hinchada, claramente inflamada en los huesos de su muñeca.
Finalmente, el vendedor se dio por vencido y dijo: —Realmente no hay manera, si desea quitársela, tendremos que romper la pulsera. Si prefiere no hacerlo, podemos encontrar otra forma de conectarla que no será visible y no se notará el daño.
Aunque Oscar había podido ponérsela fácilmente, ¿por

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