Capítulo 54
Natalia lo miraba con una expresión de incredulidad en la cara donde sus cejas estaban fruncidas hasta convertirse en un nudo. —¿Realmente necesito un representante?
Se echó a reír de pura rabia. —Melchor, en su momento es cierto que tuve esa intención, pero nunca te obligué. Fuiste tú quien quiso mis recursos y quien propuso cambiar de representante, ¿o me equivoco?
Melchor frunció el entrecejo, con la cara helada, sin responder.
Natalia dejó escapar una risa sarcástica. —¿Y los recursos que tenías conmigo no los aprovechaste? ¡Cuando recibías todos esos beneficios, no ponías esta cara!
Al ver que el ambiente se tensaba cada vez más, Eduardo intervino para mediar. —Tranquilícense, lo urgente ahora no es eso. ¿No deberíamos centrarnos en recuperar el proyecto? Lo de Carolina podemos hablarlo con calma después.
Natalia soltó una carcajada fría, con la mirada cargada de burla fija en Melchor. —Señor Melchor, sigues sin entender a las mujeres. Llegados a este punto, ¿de verdad crees que e

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ