Capítulo 16

En realidad, desde mucho antes ya le gustaba Maricela. Desde la última vez que ella le dijo que él no le gustaba. Desde que se enteró de que Maricela se había marchado sin dejar rastro. Desde que entró a la habitación de Maricela y no pudo encontrar las cartas de amor ni los retratos que ella le había hecho. Desde que vino a Inglaterra y la vio salir con otro hombre, hasta que finalmente se comprometió. Él ya se había enamorado, sin saberlo, de esa chica que siempre corría tras de él. Pero ese amor, lo había reprimido como si fuera algo fuera de lugar. Una y otra vez intentó sofocar ese sentimiento, y una y otra vez volvía a resurgir. Hasta este momento, en el que ese amor finalmente estalló con toda su fuerza. El corazón de Zacarías se sintió como si una mano gigantesca lo apretara con fuerza, tan dolorosamente que apenas podía respirar. Por un instante, quiso lanzarse dentro sin pensarlo, subir las escaleras, tomar la mano de Maricela y decirle que la amaba. Decirle que todo lo ocurr