Capítulo 139
Por otro lado, Lorena y Andrea ya habían regresado a sus respectivos hogares.
Andrea se acomodó el cabello, visiblemente satisfecha con los inesperados acontecimientos de la noche.
Extendió los brazos frente a Lorena.
—Tu personalidad me cae muy bien. ¿Qué te parece si un día de estos salimos de compras?
Desde que Lorena había despertado, aparte de Josefina, no había entablado amistad con nadie más. Por eso, respondió con soltura y la abrazó.
—Obvio.
Andrea agitó la mano: —Entonces, me adelanto.
Cada una volvió a su casa.
Esa noche, Lorena estaba agotada. Después de darse una ducha, se dejó caer en la cama y se quedó dormida enseguida.
Al día siguiente, cuando llegó a la oficina y trabajaba en sus asuntos, le avisaron que alguien la buscaba en la planta baja.
Bajó y vio que Norma y Juan la esperaban.
Él, con gesto incómodo, estaba recostado contra una columna, con los brazos cruzados, evitando mirar a Lorena.
Norma, en cambio, se acercó y comenzó a regañarla.
—¿Por qué bloqueaste nuest

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