Capítulo 141
Los que estaban dentro se sobresaltaron, pero al ver que era ella, se relajaron e incluso la jalaron para ponerse a chismear.
—Lorena, tú conoces a Yago, dime, ¿es cierto? ¿De verdad fue adoptada? ¿Y el jefe Pedro está enamorado?
Lorena llenó su vaso y sonrió levemente.
—No estoy segura.
Cuando estaba por irse, alcanzó a oír algunos comentarios sarcásticos.
—Ay, eso de "no estar segura" es solo porque le tiene miedo a Patricia.
—Exacto, el hermano de ella es Yago. Todo el mundo sabe que sigue entregándose incondicionalmente por él.
—Viviendo sin una gota de dignidad, arrastrándose por un hombre hasta este punto... Da vergüenza ajena.
Lorena se detuvo en seco, se giró y les sonrió con dulzura.
—¿Chismeando en horario laboral? Le voy a contar esto al jefe Pedro, a ver si les descuenta el sueldo, ¿eh?
Los rostros de todas palidecieron de inmediato; bajaron la cabeza, llenaron sus vasos lo más rápido que pudieron y se dispersaron enseguida.
Lorena, con la rabia atascada en el pecho, seguía

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ