Capítulo 1508

Un plato de fideos estuvo listo en menos de veinte minutos. Además, el caldo lo había hecho ella misma. Su color era brillante y apetitoso, con solo verlo ya se antojaba. Echo un poco de cebollín por encima y llevó el plato a la sala. Cuando iba a tomar el tenedor, vio a Román parado no muy lejos, debía de haber bajado en ese momento. Alicia apenas le echó un vistazo y no le prestó atención. Agarró el tenedor, tomó un bocado de fideos y, al tragarlos, sintió alivio en el estómago. Román se acercó, sin importarle que hubiera cámaras en el lugar. —¿Me puedes hacer un plato de fideos? Alicia usaba un plato grande. Tenía mucha hambre y solía comer mucho. Tal vez porque en el pasado había atravesado momentos duros, por eso nunca hacía dieta. Pero el cielo parecía favorecerla: no importaba cuánto comiera, nunca engordaba. Y su figura tenía las curvas justas en los lugares indicados. Alicia actuó como si no lo hubiera escuchado, bajó la cabeza y siguió comiendo. Román se quedó de pie, en sile