Capítulo 17
Era tan absurdo que Lorena se quedó atónita.
¿Gisela lloraba y ella tenía que disculparse?
Se rió: —¿Por qué debería disculparme? ¿Por respirar el mismo aire que ella?
Yago quedó sin palabras, sin saber cómo responder.
Gisela, agarrándole la manga, miraba a Lorena con ojos llorosos.
—Lorena, lo de la bofetada de ayer fue merecido, no te enojes más. Esta noche, durante la cena, mamá preguntó por ti, preguntando cuándo volverás. Juan también tiene días libres ahora, no puedes seguir en conflicto así, haciendo que todos estén infelices por tu culpa.
Yago pareció recordar: —¡Es cierto! Ayer le diste una bofetada a Gigi, ¡pide disculpas de inmediato!
Lorena observó a esta pareja de hombres malos y mujeres astutas, y soltó una risa: —Parece que ustedes dos salieron del mismo hospital psiquiátrico, ¿eh? Los síntomas clínicos son exactamente los mismos, ambos delirantes. Uno imagina que lo amo desesperadamente, y el otro imagina que quiero su afecto barato. ¿Por qué no vuelven al hospital para

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ