Capítulo 219

Cuando se levantó para salir del estanque de aguas termales, recién entonces vio que, sobre una silla cercana, había ropa nueva que podía ponerse. Se vistió con calma y se sentó a descansar un momento. Después de sumergirse en las aguas termales, parecía que cada poro de su cuerpo se había abierto, y su mente también se sentía mucho más despejada. Sacó su celular con la intención de enviarle un mensaje, pero vio que Andrea le preguntaba dónde estaba. Resultaba que, sin darse cuenta, ya había pasado una hora. Se levantó apresurada y salió hacia el exterior, pero justo al doblar una esquina, chocó de frente con un hombre que venía en dirección contraria. El hombre llevaba una máscara plateada sobre el rostro. Era alto y desprendía una presencia imponente. A diferencia de Pedro, que era frío y reservado, este hombre tenía un aura como de una espada desenvainada: acercarse siquiera un poco parecía suficiente para salir herido. Lorena se golpeó la nariz con fuerza y, al sentir dolor, se dis