Capítulo 677

Ella se llevó la mano a la frente y se frotó el entrecejo, sintiendo que probablemente no había descansado bien. Seguía muy cansada, como si hubiera cosas caóticas revoloteando en su mente que necesitaban tiempo para ordenarse. Quiso seguir acostada, pero escuchó a Emilio preguntar: —¿Quién es exactamente el que quiere matarte? ¿Esta vez cuántas personas ha mandado? Lorena, mientras yo esté aquí, vamos a vengarte. Además, te veo con mala cara, vamos a que te dé un poco el aire. La mirada de Lorena por fin se posó en la cara de Emilio. Pasaron varios segundos antes de que reaccionara y, con desconcierto, dijera: —¿Hermano? Emilio, que era un tonto, por supuesto no notó nada extraño en ella. Sus ojos estaban llenos de alegría. —¿Entonces vas o no? Es que la ropa que llevaban esas personas me resulta algo familiar... creo que hace mucho, cuando fui a matar a alguien, me encontré con ellos. Hablaba de matar como si nada, y de repente se dio una palmada en la cabeza. —¡Es verdad, se parecen