Capítulo 736

Lorena, por un momento, no supo qué decir. Solo apartó la mirada y, después de unos segundos, explicó: —No fue mi intención mencionarlo frente a ti. Era como si quisiera alardear de cuánto amaba a Ignacio. Ella nunca pronunciaba la palabra amor con seriedad. Decirla en serio resultaba demasiado pesado, ser el refugio o la esperanza de alguien era, de por sí, una carga abrumadora. Ni siquiera solía mencionarlo. Pero al ver una sombra parecida a él, salía corriendo sin pensarlo. No necesitaba decir cuánto le gustaba, el solo hecho de perseguirlo ya daba la respuesta. Bajó la cabeza, intentando rodearlo para acostarse. A la mañana siguiente, todavía tendría que acompañarlo a la casa de los Guzmán. Pero él extendió repentinamente una mano frente a ella. Ella pensó que él quería decir algo. Alzó la cabeza justo para preguntar, pero su mano la jaló con fuerza por el brazo y la atrajo hacia su pecho. Justo cuando pensaba que él iba a intentar besarla de nuevo, no lo hizo. En cambio, la abrazó