Capítulo 842
Lorena levantó nuevamente la sábana superior, dejándola solo sobre el colchón, y fue entonces cuando vio ese anillo familiar.
Se quedó paralizada, deseando que fuera solo una ilusión.
Pedro estaba sentado a su lado, sin decir palabra alguna.
Lorena tragó saliva, tomó el anillo con fuerza y lo acercó a sus ojos para examinarlo detenidamente.
No podía equivocarse, este era sin duda el anillo de Ignacio.
Lo miró, y algo pasó fugazmente en sus ojos.
El aire se volvió denso, y ninguno de los dos dijo una palabra.
Lorena tampoco habló. Comenzó a revisar todos los cajones de la mesita de noche, hasta que finalmente, en el cajón más bajo, encontró la pulsera.
Era como si su cuerpo se hubiera paralizado. Miraba la pulsera de cuentas, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
Si el anillo podía consolarla, pensando que Pedro lo había encontrado por accidente, ¿qué pasaba con la pulsera de cuentas?
Ignacio adoraba esa pulsera. Cada vez que ella lo visitaba, él la llevaba puesta. Además, en es

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ