Capítulo 845
Rubén no estaba pensando en eso; sabía que solo Lorena podía hacer que Pedro cambiara de idea. Si ella no regresaba, Pedro podría llegar a hacer una locura y llevar su ayuno hasta un punto peligroso.
Por eso, aunque quisiera ver el drama, debía encontrar una manera de que ellos dos se reconciliaran.
Sacó su teléfono y pidió que le localizara a Lorena. Le dijeron que en ese momento estaba encontrándose con Rosario.
De repente, Rubén se animó y le dio una palmada en el hombro a Alejandro.
—Vuelve tú, yo iré a ver a Lorena, a ver qué piensa de todo esto.
Estaba a punto de salir cuando escuchó ruido en la escalera; era Pedro bajando.
Estaba pálido, pero su presencia imponía. Tosió un par de veces y se encaminó hacia la puerta.
Rubén lo alcanzó rápidamente. —¿A dónde vas con esa cara? Estás hecho un desastre.
Pedro apretó los labios y miró hacia abajo. —Voy a buscar a Lori.
—¿Ahora te das cuenta de que tienes que ir a buscarla? ¿No se fue a mitad de la noche? ¿Qué estabas haciendo anoche?
"

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ