Capítulo 909

Lorena se inclinó y le preguntó en voz baja a Pedro: —Entonces, ¿por qué saliste a beber? Él no haría algo tan absurdo sin un motivo. Pedro también se inclinó y le susurró: —En el Hotel Sol y Luna hay demasiada gente y demasiados ojos curiosos. Muy pronto se difundirá la noticia de que sigo vivo. Ni siquiera hacía falta que Pedro moviera un dedo: esa misma noche, las fotos de su visita al Hotel Sol y Luna se propagarían por todo internet. Lorena respiró hondo y le pellizcó suavemente la oreja. —Cuando se sepa que estás vivo, tendremos problemas. Aquellos que antes creyeron que habías muerto y se apresuraron a atacarme, ahora que sepan que sigues con vida, seguramente nos tenderán una trampa, porque saben que tú no los perdonarás. Pedro bajó las pestañas y, con un matiz de duda en la voz, preguntó: —¿Tienes miedo? Ella le sostuvo el rostro con ambas manos. —No. Al fin y al cabo, cuando volvamos a la casa principal, lo que enfrentaremos será aún más intenso. Así que está bien practicar u