Capítulo 1027
Ese hombre, Emilio, ya pasaba de los cincuenta años, y era alguien a quien Claudia había contratado para que fingiera ser su padre: un hombre abusivo y jugador.
Claudia tenía el cabello desordenado, la ropa desgarrada, y suplicaba con desesperación: —¡Emilio, suéltame ya! ¡Necesito estudiar! ¡Quiero estudiar, no quiero que mi vida se arruine!
Emilio la insultó con desdén: —¿Para qué necesita una chica aprender tantas cosas? ¡El mayor valor de una mujer es casarse y tener hijos!
Con una expresión llena de miedo, Claudia le preguntó: —¿Qué piensas hacer? ¿Vas a presentarme otra vez a gente de mala conducta? ¡Esos, como tú, son jugadores o violentos! ¡No quiero conocerlos!
Emilio sonrió con malicia. —Claudia, hay alguien que se ha enamorado de ti. ¡Me va a dar trescientos mil de dote! ¡Trescientos mil! Ven conmigo, cásate con él y después sírvelo bien, haz todo lo posible por darle hijos. Así podrás sacarle dinero continuamente. ¡Esta será la prueba de que no te crie en vano! ¡Con eso no

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ