Capítulo 1041

Camila Cada palabra de Camila caía con un peso demoledor, golpeando con fuerza hasta dejar a Claudia con la cabeza zumbando. Ella olvidó cómo defenderse o, quizá, en realidad no tenía forma de hacerlo. Cuando alguien hace algo malo, inevitablemente deja un fallo, sin excepción. Aquel fallo, Camila lo había captado y ahora lo mostraba delante de todos. Los compañeros se acercaron en torno a Claudia: —Claudia, ¿por qué no dices nada? ¿De dónde sacaste dinero para comprar esa blusa? —Claudia, no solo Camila sospecha de ti, todos empezamos a sospechar. —Al principio, cuando te arrodillaste públicamente ante Camila, sentimos lástima por ti, pero ahora eres la más sospechosa. Claudia intentó defenderse: —Yo... esa blusa no la compré yo, me la regalaron. Los compañeros insistieron: —¿Quién te regaló algo tan caro? Claudia miró hacia Teresa: —Teresa, tú misma fuiste quien me la regalo, ¿acaso lo olvidaste? Teresa se quedó un instante perpleja, pero de pronto lo recordó: —Es cierto, ya me acuer