Capítulo 211
Alberto dijo que él y Raquel ya habían terminado.
Ana, emocionada, corrió hacia Alberto, lo abrazó con fuerza y le dijo: —¡Alberto! Sé que Raquel sabe cómo conquistar a los hombres. Si te gustó un poco, no te culpo. Sé que no me vas a dejar, la persona que más amas soy yo.
Aunque Alberto había sentido algo por Raquel, la persona que siempre amaría sería aquella chica en la cueva, su chica, Ana.
Alberto extendió los brazos y abrazó a Ana.
Alejandro, con una expresión de satisfacción, pensó: Mientras Ana esté feliz, yo, como su viejo padre, también estaré feliz.
María también se sentía contenta, pero al pensar en Raquel, sus ojos reflejaron resentimiento.
Realmente no esperaba que Raquel, quien había vuelto del campo, lograra que Alberto se sintiera algo atraído por ella.
¡Esa maldita!
...
Raquel llegó al hospital, y Ramón ya había preparado sus cosas para el alta.
—Ramón, lo siento, hoy tenía algo que hacer y llegué tarde —dijo Raquel, con una disculpa en su voz.
Ramó

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