Capítulo 245
¿Qué dijo?
Raquel se quedó congelada por un momento; él había dejado embarazada a Nahia y aún así se atrevía a decirle esas cosas.
Avergonzada y furiosa, Raquel lo maldijo: —¡Descarado!
Alberto la observaba fijamente con sus ojos oscuros mientras ella, con el cabello largo y negro desordenado sobre el sofá, lo miraba con sus ojos claros y definidos. Esa mirada, con su rostro tan puro, era exactamente la misma que él había visto en sus sueños.
En ese instante, todos sus recuerdos regresaron de golpe.
Alberto esbozó una ligera sonrisa. —¿Por qué me insultas? ¿Qué tengo de descarado? Dime, ¿qué he hecho?
Aunque Raquel era muy afilada con su lengua, no era buena para maldecir. Su voz suave y delicada apenas podía emitir algunas palabras de reproche como "Molesto" o "Descarado", sonando casi infantiles.
Raquel lo miró fijamente: —¿Qué quieres de mí? Si vuelves a buscarme, le diré a Nahia que estás esperando un hijo suyo. No puede estar bajo estrés, no me obligues a hacerlo.

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