Capítulo 545
Alberto miraba a Víctor y dijo: —Don Víctor, lo repito una vez más, no me casaré con Ana, ¡la persona que amo es Raquel!
Ana mostraba una cara de dolor y agravio, —¡Alberto!
Con un fuerte tirón, Alberto rescató a Raquel de la palma de Víctor.
El delicado cuerpo de Raquel cayó en el cálido pecho de Alberto, quien extendió sus robustos brazos para rodear la esbelta cintura de ella y preguntó en voz baja: —Raquelita, ¿estás bien?
Raquel negó con la cabeza: —Estoy bien.
Alberto dijo: —Vámonos.
Raquel asintió: —Está bien.
Raquel intentó caminar por su cuenta, pero Alberto la levantó y la cargó horizontalmente.
Los ojos de Raquel temblaron, y Alberto dijo: —Abraza mi cuello.
Raquel pasó sus brazos alrededor de su cuello, y Alberto se llevó a Raquel consigo.
Camila miraba a Ana y le hizo una cara graciosa: —Ay, no importa ser la hija del hombre más rico, ni siquiera puedes mantener a tu prometido.
Ana, enojada, dijo: —¡Tú!
—Para, Ana, no te enojes, recuerda que ahora tienes problemas de coraz

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