Capítulo 58
Francisco asintió: —Sí.
En los últimos años, la familia Pérez había crecido rápidamente gracias a Alberto, y doña Sara, fingiendo tener cultura, había comenzado a interesarse por las pinturas famosas. Esta obra Self-Portrait la había buscado durante mucho tiempo, y ahora Alberto se la había regalado.
¡Guau!
Todos se agruparon alrededor: —El presidente Alberto es muy generoso. Esta obra de autorretrato es una edición limitada, ¡es un verdadero tesoro!
Doña Sara se echó a reír a carcajadas y dijo: —¡Presidente Alberto, en verdad ha sido un detalle muy especial!
Ana, con su rostro resplandeciente, miraba a Alberto con admiración. En sus ojos brillaba un amor evidente. Un hombre como Alberto, rico y dispuesto a dedicar su tiempo y esfuerzo, tenía una gran ventaja, un hombre que simplemente cautivaba.
Ana sonrió y dijo: —Alberto, muchas gracias.
En ese momento, varios presidentes de empresas se acercaron: —El presidente Alberto y la señorita Ana son una pareja perfecta, ¿no es

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