Capítulo 904

Mientras ellas estuvieran presentes, él sentía que su corazón era feliz. Su corazón se sentía colmado de felicidad. Samuel se sentó, y Fernanda, contenta, dijo: —Hermano, ¿acaso besaste a Camila? Camila permaneció en absoluto silencio. ¿Ni siquiera al comer podía Fernanda quedarse callada? Fernanda comentó con desparpajo: —Hermano, tu técnica para besar es muy mala. ¿Por qué mordiste a Camila? Al besar hace falta técnica, debes ser un poco más suave. Si la experiencia es demasiado mala, Camila no querrá besarte nunca más. Fernanda estaba pensando en su relación; de corazón les hizo una crítica sincera. Camila dejó los cubiertos a un lado le tapó la boca a Fernanda con la mano. —Fernanda, ya no digas más, te lo suplico. Samuel observó a Camila sonrojarse y la expresión desbordante de felicidad de Fernanda; y sonrió. ... Camila y Fernanda dormían en la misma habitación; Samuel durmió en la habitación de huéspedes, y al día siguiente se fue a la empresa. Samuel estaba sentado en su oficin