Capítulo 932

Raquel miró a Camila con una grata sonrisa. En realidad, cuando Falric decía que Samuel era un hombre obsesionado con el amor, ¿acaso Camila no era también una mujer profundamente enamorada? De hecho, solo dos personas que se entregaban por completo a las mieles del amor, podían vivir más felices juntas; ninguno de los dos podía estar sin el otro. Raquel sonrió complacida y dijo: —Camila, tú y el jefe Samuel ya se han reconciliado, ya es hora de contarle que estás embarazada. ¿Debería decirle que estaba embarazada? Camila también lo había pensado. —Siento que al jefe Samuel le agradan los niños, además tiene la capacidad y la responsabilidad necesarias. Contarle sobre el bebé es algo bueno. Yo creo que el jefe Samuel será un excelente padre. Camila sabía muy bien que a Samuel le gustaban los niños; él ya había querido tener uno antes. Camila también creía que Samuel sería un buen padre. Camila contestó. —Sí, buscaré un momento para decírselo. De pronto, una joven enfermera la llamó por