Capítulo 995
Samuel valoraba profundamente la amistad que tenía con Falric, pero también amaba con todo su ser a Camila y al bebé. Madre e hijo eran su límite absoluto.
Por eso le suplicó a Falric que dejara de lado sus prejuicios hacia Camila y, sobre todo, que no hiciera nada que pudiera dañar ni a ella ni al niño.
De lo contrario, su amistad llegaría a su fin.
Falric esbozó una leve sonrisa. —Lo sé, Samuel. Anda, termina ese documento cuanto antes, así podrás volver a casa con la señorita Camila.
Samuel asintió. —De acuerdo.
Luego bajó la cabeza y comenzó a revisar el expediente.
Falric salió de la oficina. De pronto, una inquietud comenzó a invadirlo, ya que al haberse marchado, no sabía cómo iba la conversación entre Inés y Camila.
Sacó su celular y marcó el número de Inés.
En ese momento, ella seguía en la mansión. Al ver que Falric la llamaba, respondió de inmediato: —¿Hola, Falric?
Él sujetó el celular con firmeza. —Inés, ¿cómo va la charla con Camila?
—Todavía estamos hablando.
—Inés, Cami

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