Capítulo 85 Serás echado

—¿Cómo cien mil dólares para sobornarme? ¿Acaso ante tus ojos valgo tan poco? —¡Vaya! Tú, un campesino vulgar que llegó a la ciudad hace tan solo unos cuantos días, ¿ya aprendiste a sacar las garras? ¿Ahora también te volviste codicioso? Mónica se burló con sarcasmo. Simón no respondió, ni la miró. ¿De nuevo se quedaba callado? Eso enfureció a Mónica, quien molesta dio un fuerte pisotón con su tacón. ¡Tac! —¿Qué pasa? ¿Te sentiste descubierto o qué? ¿Te dio vergüenza y te quieres esconder? ¿Ya ni te atreves a contestarme? —No se trata de cien mil dólares. Aunque me ofrecieras diez millones y, tal vez más no te ayudaría a hacer nada indebido. Así que mejor olvídalo. Si quieres conseguir el contrato con el Grupo Pionero, tendrás que ganártelo tú sola. Usa tu sinceridad y tu capacidad para envolver a la jefa Sara. Si sigues usando métodos poco limpios, nunca obtendrás ese anhelado contrato. Ya te dije todo lo que tenía que decir. De aquí en adelante, eso es asunto tuyo. Las palabras de Si