Capítulo 12

—Mamá, ¡ya me voy! —Carolina, vestida con su traje de oficina, revisó varias veces el currículum dentro del portafolio. —¡Mamá, el abuelo me va a llevar hoy al zoológico! —Diego se lanzó a sus brazos. Con la buena comida de Javier y Verónica, su rostro se había redondeado y sus ojos brillaban con ternura. —Pórtate bien, volveré esta noche. —Carolina le acarició la mejilla y lo besó en la frente. —¡Mamá, tú puedes! —Él la despidió con entusiasmo, animándola en silencio. Carolina subió al autobús y abrió el celular para revisar el plan de entrevistas del día. —El primero es en el Grupo González. —Suspiró. El calendario en sus notas estaba lleno de citas: desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde no tenía ni un respiro. —¡Vamos, tú puedes! —Se dijo, decidida a conseguir un trabajo para poder ahorrar y darle a Diego una mejor educación. Siguió el flujo de personas hasta llegar frente al edificio del Grupo González. Murmuró, admirando la fachada: —Qué impresionante. Un Bentley