Capítulo 38
—No voy a seguir preguntando. —dijo Jorge, ya que si se iba a comprar una casa, era necesario saber para qué se usaría. El asistente preguntó de inmediato, —Presidente, ¿quiere una casa de cuántas habitaciones? ¿Será una villa o una casa tipo residencial? ¿Es para inversión o para vivir? ¿Tiene algún requerimiento sobre la ubicación? ¿Y cuál es el presupuesto máximo?
Pedro, con el celular firmemente en mano, respondió con voz grave, —¿Has trabajado alguna vez en una agencia inmobiliaria?
Jorge, nervioso, se apresuró a aclarar, —No, no, se lo juro, todo lo que puse en mi currículum es verdad. Es solo que esta es la primera vez que lo ayudo a comprar una casa y no conozco bien sus preferencias.
Pedro, ya sin paciencia, contestó, —Una villa, para uso propio, en las afueras, sin límite de presupuesto.
—Sí, sí, enseguida me pongo a investigar.
Al colgar la llamada, Pedro se giró y subió las escaleras.
No podía quedarse más en la casa de los Fernández. Inicialmente, su idea era que Lourdes m

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