Capítulo 130

Este hombre no es otro que Álvaro. Beatriz no mostró una buena cara hacia Álvaro; rodó los ojos, pensando en qué mala suerte tener que encontrarse con él otra vez, maldición. Se cruzó de brazos y dijo con sarcasmo: —No sabía que al señor Álvaro le gustaba escuchar a escondidas las conversaciones telefónicas de los demás. Álvaro levantó la vista perezosamente, ignorando por completo su sarcasmo, y le preguntó: —¿Qué le pasa a Patricia? —Si no recuerdo mal, tú y Patricia ya están divorciados. ¿Qué tiene que ver contigo lo que le pase a ella? ¿Cómo se atreve a preguntar después de haberla escuchado hablar por teléfono a escondidas? Álvaro, con un semblante imperturbable que no delataba sus emociones, se paró en la puerta bloqueando el paso con su altura imponente, lo que le daba a Beatriz un sentimiento de opresión. Ignorando el trasfondo de Álvaro, era principalmente su presencia la que imponía; cuando estaba con Patricia no era tan agresivo. —Haz el favor de apartarte —dijo Beatriz, mir