Capítulo 201

Patricia miraba a Álvaro con los ojos llenos de lágrimas, que caían una tras otra, deslizándose por su rostro y empapando su camisa. Durante los tres años que estuvieron juntos, rara vez la había visto llorar, solo en contadas ocasiones, pues en general, ella no era de derramar lágrimas, pero ahora lo hacía de manera desgarradora. Álvaro, cuya ira se fue apaciguando poco a poco, no la soltaba; en cambio, besaba sus mejillas, secando sus lágrimas con sus besos, saladas por el dolor. Ella cerró los ojos, desesperada, y le suplicó: —Álvaro, ¿puedes dejarme en paz? —No quiero tener nada contigo, por favor, respétame. Ella sollozaba, sus hombros temblaban levemente, completamente desmoronada. Álvaro, entre enojado y divertido, replicó: —¿Con Ignacio sí puedes tener intimidad? —Él es mi... —No me digas que es tu novio, ¿y qué si lo es? ¿Y qué si te casas con él? De todos modos, si no pueden vivir juntos, terminarán divorciándose. Estas palabras exacerbaban la furia que Álvaro había estado t