Capítulo 371
—La última vez, no será así la próxima, lo prometo.
—¿De qué sirven las promesas?
—Patri...— Álvaro tragó saliva. Con una mirada algo inocente, la observaba. —No me atrevo a pedirte perdón, así que no me perdones. Quédate a mi lado y tórturame, ¿está bien? Estoy dispuesto a que juegues conmigo como quieras, solo si eso te calma, y por favor, no nos divorciemos.
—¿Estás loco?
Justo en ese momento, llegó Adrián, quien reconoció de inmediato el coche de Álvaro y tocó la puerta. Patricia se giró y vio a Adrián. Apresuradamente, se abrochó el cuello de la ropa, mientras Álvaro le ponía su abrigo sobre ella. Con una expresión seria, dijo: —Es verdad que me drogaron, y contigo en mis brazos, pensé que era un sueño, y entonces...
—No me expliques más, no quiero escuchar tus explicaciones.
—Patri...
—¡Cállate!
Álvaro la abrazó fuerte. —Está bien, no diré más. No te enojes, hablemos dentro de la habitación.
Patricia fue llevada en brazos por Álvaro fuera del coche. No podía escapar, suspendida e

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