Capítulo 394

Fabiola regresó a la oficina, tiró de la silla y se sentó, arrojó furiosa la memoria USB sobre el escritorio y, con la mirada encendida, gritó a todo pulmón: —¿Qué basura hicieron ustedes? ¡Si no eran capaces, recojan sus cosas y se largan! El subgerente del equipo de proyecto, cabizbajo, se encontraba frente al escritorio, intentando apaciguarla: —Presidenta Fabiola, por favor no se enoje. —¿Tú eras el nuevo subgerente del equipo de proyecto? ¿Este proyecto lo aprobaste tú?— Fabiola se recostó en la silla ejecutiva, entrecerrando los ojos para examinar con atención al recién nombrado subgerente. —Sí...— respondió Vicente, el subgerente, con el rostro cubierto de sudor, temblando de pies a cabeza. Fabiola, como presidenta de la empresa, no solía involucrarse en asuntos menores como la aprobación de proyectos. El gerente del equipo, Agustín, también bajó la cabeza y comentó. —Presidenta Fabiola, Vicente acababa de llegar, quizás aún no comprendía bien sus estándares, así que... Antes de