Capítulo 20

—¡Abelardo! —En cuanto Raquel escuchó la noticia de que Abelardo iba a volver, se sentó en el sofá a esperar desde temprano. —¿Y Gloria? —De inmediato, miró a sus espaldas, pero no vio a nadie. —Abuela, ella no va a volver —las heridas en la cara de Abelardo aún no habían sanado, y al ver esto, Raquel no pudo evitar preocuparse. —Abuela, esto es para usted. —Extendió la mano, mostrando en la palma la misma pulsera que había sido reparada con hilo de oro. —¿Gloria no la quiere? —Raquel quedó atónita un instante y, luego, comenzó a golpearse el pecho, desesperada. —¡Todo es culpa de esa mala mujer, Carmen! ¡Fue ella quien logró que Gloria se fuera! Abelardo guardó silencio, limitándose a escuchar los reproches de su abuela. —¡Esa mala mujer se ha vuelto loca! Ya no puede controlarse y en casa se hace sus necesidades por todas partes; directamente mandé que la llevaran con el señor Roberto, porque solo verla ya me irritaba. —Si no fuera por ella, Gloria nunca se habría ido... —Pero, esa m